Laguna y Circo de Mampodre

La excursión que va de Maraña a la laguna y el circo de Mampodre es uno de los más vistosos que hay.  Llamado también el "Valle del Silencio" atrae por su magnífica vista del circo de Mampodre y su estampa alpina. Prados ganaderos, canchales, roquedos y picos agrestes unidos por crestas afiladas.

Muy recomendable en cualquier época del año por su baja dificultad y el poco tiempo que lleva recorrerlo.

En una mañana se puede hacer tranquilamente y si apetece se puede, llevar el almuerzo y pasar el día. Es perfecto para ir con niños pues la subida no es dura, está cerca (menos de 3 km ida) y se puede volver por el mismo itinerario, si la bajada propuesta no convence.


Al poco de atravesar el puente de la iglesia de Maraña, subimos por la pista que tiene un firme muy malo, de piedra suelta y cantos rodados. Echando la vista atrás vemos Maraña y por encima del pueblo, destacan las Cabañas Patagónicas.

Perfil del recorrido.
A medida que vamos subiendo por el camino nos acercamos al hayedo de la Biesca, que rodearemos por levante (Este) y desde allí veremos las últimas vistas de Maraña.


Al girar hacia el Sur nos metemos de lleno en el "Valle del Silencio" o Circo de Mampodre. Ya las vistas espectaculares de los picos del macizo no nos van a abandonar hasta llegar a la laguna.

Puerta de entrada al circo, en pleno invierno.
Imagen de Google earth con la ruta marcada.
Una vez en el valle el camino a seguir lo marca el arroyo que nace en la misma laguna. Con lo que es muy fácil y evidente llegar a ella siguiendo la vereda que corre paralela al curso del agua. El valle lo dominan los prados de altura, puertos pirenaicos que se arrendan a pastores que traen su ganado bien de Extremadura (ovejas), bien de Asturias (vacas o caballos).


Como colofón final al paseo es la vista de la pequeña pero atractiva laguna de Mampodre.



El regreso a Maraña se puede hacer bien por la misma ruta de subida o bien directamente subiendo un poco hacia el refugio de pastores que hay sobre el monte de la Biesca y de allí buscar la opción que más nos apetezca. Por el hayedo o bien por las campas de Besurdia.